Historia de urbana Fusagasugeña
Los habitantes de Fusagasugá durante el siglo XVII y la mitad del XVIII, transcurrieron su vida entre el olvido y la miseria, siendo explotados en favor de pagar el tributo establecido por los españoles. El trabajo en las zonas designadas para la agricultura y la ganadería era lo habitual, esperando uno que otro día de fiesta para realizar procesiones dentro del poblado y a algunos sitios cercanos, no sólo para continuar adorando al, dios cristiano, sino de paso recordar los ancestros; además, eran los días precisos para emborracharse con chicha y guarapo.
En tanto, Fusagasugá se convirtió en una zona de lo ilegal, debido a que la presencia del Estado y la Iglesia era mínima, motivada a su vez por la pobreza del territorio. Esta situación permitía el albergue de forajidos, favoreciendo la mezcla de indios y blancos, hecho que condujo a la proliferación de mestizos. A esto se sumaba, la provisión desde estas tierras de aguardiente a santa fe, puesto que se cultivaba caña y se extraía miel.
Durante el siglo XVIII se produjo un aumento de la población, en razón a las mejoras climáticas y la resistencia (construida) de los cuerpos. Pero en Fusagasugá la población creciente no fue la indígena, sino la mestiza, que continuaba ubicándose, en su mayoría, en la zona rural. En razón al descenso de la población nativa y las complicaciones sociales y políticas de los blancos para vivir en policía, se produjo en 1772 la solicitud de trasladar a los indios y formar pueblo de blancos. Pero la resistencia de los indios en voz del cura doctrinero no se hicieron esperar.
La fortaleza indígena no fue suficiente para hacerle frente a las disposiciones de la nueva casa de monarcas que dominaban el reino español y que tenía entre sus principios agilizar la administración pública y a su vez controlar la tributación, para lo cual se congregó en un mayor número a los indios, dejando sitios despoblados y sobrepoblado otros. Este proceso fue realizado por Francisco Moreno y Escandón, quien llegó a Fusagasugá el 29 de diciembre de 1775, donde observó las condiciones de blancos e indios e hizo que se hicieran informes y padrones de los habitantes de la zona y entre las observaciones más importantes se certificó la ruralización de los blancos.
El proceso llevado a cabo por Moreno y Escandón tendría como conclusiones: el traslado de todos los indios de la zona (Fusagasugá, Tibacuy, Pandi) a Pasca, y se les presenta a los blancos la opción de hacer una parroquia o villa en el antiguo pueblo de indios de Fusagasugá. Para lo último se designó a Ignacio Pérez de la Cadena (vecino y hermano del corregidor de Fusagasugá Pedro Pérez de la Cadena), pero la medida no fue bien recibida entre los indios, quienes se negaron, inicialmente, y establecieron su voz de protesta por medio de memoriales y con el apoyo del cura Francisco de Escobar, pero el alegato de estas dos partes fue nulo ante las disposiciones de la autoridad española. Finalmente se produjo el traslado, pero no todos los indios lo cumplieron, puesto que en el caso de los indios de Tibacuy solamente dos se quedaron en Pasca.
Luego del traslado de los indios para la conformación del pueblo de blancos se elaboró un acta de trazado el 7 de mayo de 1776, en la cual se practicó las medidas a la plaza y siguiendo la orden de Moreno y Escandón para fraccionar las manzanas en cuadrados de 25 varas, dándoseles distintos precios a los solares de acuerdo a su cercanía a la plaza. La elección como parroquia ocurrió en 1785 y el 26 de noviembre de ese mismo año se consagró como imagen protectora a Nuestra Señora de Belén.
El cultivo de quina motivó la adquisición de tierras en la región, primariamente por parte de algunos de los personajes que luego se incluirían en el proceso independentista y posteriormente ciertos comerciantes compraron terrenos baldíos muy bajo costo en un hecho de riesgo inversionista y que tenía como esperanza sacar provecho de la mejoría en la comercialización quinera, hecho que nunca se produjo. En cambio, se sucedió la apropiación de terrenos ante la inexactitud de las escrituras con las que se entregaron las propiedades, lo cual sentó los precedentes para el latifundio cafetero y por extensión el de los conflictos agrarios en la región del Sumapaz. Hacia 1870 ya existía una estructura latifundista y los propietarios eran en su gran mayoría, comerciantes bogotanos.
Los cambios 1880-1970
El arribo de todas esas personas que buscaban beneficio económico o espiritual en Fusagasugá produjo que la fisonomía de la urbe cambiará lentamente, luego de un período colonial sin mayores avances en este tema (aun cuando su casco urbano sea el más significativo de toda la región). Esta pequeña aldea comenzó a diferenciarse notablemente de las otras poblaciones de la región, no sólo en sus características demográficas sino en la construcción de un poder que tendrá como resultado el dominio de un territorio más amplio, lo cual, tiene a su vez, implicaciones en lo económico, puesto que este era el núcleo urbano que más artesanado poseía a mediados del siglo XIX.
¿En qué cosas cambio? Principalmente en la construcción de nuevas viviendas, las cuales, aunque son pequeñas casas de tapia y techadas con paja, proporcionan otro paisaje y un mayor uso del suelo urbano, ello crecerá durante todo el siglo XIX y aunque se incrementará principalmente con la llegada del café, es durante todo este siglo cuando se van sentado las bases de un complejo modo de vida.
Fusagasugá sufrió entre 1880 y 1970 los cambios sociales, políticos y económicos más importantes de su historia, los cuales se vieron reflejados, principalmente, en su perímetro urbano, puesto que es él quien concentra y guarda las experiencias vividas por los habitantes del territorio. Dentro de este período existieron dos momentos fundamentales en el desarrollo urbano de la ciudad, los cuales están estrechamente vinculados entre sí.
Entre 1880 y 1940, la región y la ciudad se introdujeron en la economía exportadora gracias a la expansión en la producción, procesamiento y comercialización del café, situación que fue concentrada por Fusagasugá, debido a que era la ciudad de mayor desarrollo urbano en la zona, lo cual tenía su razón en la condición como cruce de caminos que adquirió desde antes de la llegada española, permitiéndole que fuera lugar obligado para los viajeros y comerciantes que deseaban tomar esta ruta, bien fuera hacia Bogotá o el rio magdalena y el sur del país.
La influencia del territorio sobre la ciudad estuvo ejemplificado con la concentración de los poderes políticos y sociales: primero con la ubicación de la cabecera vicarial en Fusagasugá, durante 1885, y posteriormente con la recepción bajo su jurisdicción de un territorio con la creación de la provincia, en 1895, pero este espacio, que es políticamente construido, sólo es una parte de la región del Sumapaz (si por región se entiende un espacio socialmente construido).
Los hacendados y comerciantes y comerciantes se convirtieron en los administradores municipales, desde donde influenciaron el accionar del municipio con sus ideas. El área urbana se vio, entonces, favorecida, inicialmente, en el uso que sus habitantes le daban al suelo, puesto que la importancia que adquirió el camino entre Bogotá y Girardot favoreció la el desarrollo de fincas para temperar y en especial la ubicación de establecimientos comerciales a lo largo de este camino en su paso por la ciudad, de esta forma el espacio urbano era compartido entre el lugar donde residían los fusagasugeños, los veraneantes y los locales para el comercio y los sitios de provecho público. Por otro lado, es durante esta primera etapa cuando se produce el rompimiento de la estructura urbana, la instalación de servicios públicos y la construcción de equipamientos.
En la segunda etapa, 1940-1970, las mejoras materiales esbozadas con anterioridad se consolidaron o en otros casos tomaron alternativas distintas a las del primer momento. De este modo el uso del suelo comenzó a diversificarse, principalmente desde el inicio de la construcción de la carretera panamericana , a fines de los años 1950, la cual no atravesaba el perímetro urbano, generando que la ciudad necesitara volver a conectarse con ese legado prehispánico (el paso del camino).
Debido a esto, se inició la construcción de la Avenida de Las Palmas (1965) y se buscó fortalecer la urbanización del sur, puesto que de esta forma se podía volver a conectar la vía Bogotá-Girardot; pero mientras esto se llevaba a cabo, en las actividades urbanas el sector de los servicios creció notablemente, hasta el punto de ocupar en 1970 el 37,9% de los establecimientos existentes en la urbe, diversificando considerablemente su economía.
Durante este momento los administradores municipales se hicieron más técnicos, pero ya no pertenecían a la elite cafetera que había contribuido con sus ideas en el inicio de los cambios más importantes en la historia de Fusagasugá, en esta segunda etapa la región no tenía una participación notable en el producto interno bruto del país, puesto que la producción mayoritaria de café se había trasladado a la cordillera central y las haciendas cafeteras del Sumapaz se empezaron a fraccionar desde la década de 1930 y para el decenio de 1950 el minifundio era lo común en la tenencia de la tierra.
Esto también permitió que la presión que ejercía el latifundio sobre la estructura urbana disminuyera y facilitara la extensión de la ciudad, puesto que la pequeña propiedad se incorporaba fácilmente al proceso de urbanización, haciéndolo inicialmente con el loteo y posteriormente, los propios habitantes efectuarían la edificación, puesto que en la ciudad no existió una urbanización dirigida.
Fusagasugá contemporánea, desde entonces de los 80
A partir de la década del 80 se elevó notoriamente el crecimiento urbano, especialmente hacia el suroeste del área urbana. Se prevé que como consecuencia del mejoramiento de la movilización desde y hacia Bogotá D.C., por la construcción de la doble calzada en la carretera panamericana y la prolongación de transmilenio que agilizaría el paso por bosa y Soacha, ampliaron el desarrollo urbano, principalmente por su cercanía a la capital del país. Sin contar que a partir de 1980 en la ciudad se desarrollaron macros y mini proyectos internos que ayudaron a agilizar el desarrolló fusagasugeño en áreas tan importantes como lo es la movilidad. (La cual poseía serios problemas por la baja calidad de sus vías), en la construcción de nuevas viviendas, ya sean por parte de succidios del gobierno, o por contratistas de la ciudad. Además desde este tiempo se dio innovación y cambios en sedes básicas de primer grado de una ciudad como es el caso de las universidades, hospitales, colegios, y de segundo grado como lo son establecimientos de bancos, clínicas privadas, hoteles. Que se juegan sus lugares en la sociedad y la economía de Fusagasugá.
Presente urbanístico de Fusagasugá
¿Por qué el desarrollo de fusa es tal y como es hoy en día? Vale renombrar que aunque la ciudad de fusa no se ha desarrollado tal y como ciudades nacionales (ya sean Bogotá, Cali o Medellín). Fue por el simple hecho de falta de presupuesto y acompañamiento del estado que si hubiese sido continuo y con anterioridad, hoy en día la ciudad contaría con más extensión urbana. Sin embargo se devén valorar los alcances del poder económico y social que tenga actualmente fusa, sin importar que tantos sean.
Desarrollo urbano a futuro
¿Cómo será futuro de la ciudad en la parte de urbanización? Al ver el desarrollo urbano que tuvo Fusagasugá a través de su historia hasta nuestros días y al ver los problemas económicos, que no permitieron, un mayor desarrollo del que hay actualmente en esta ciudad. Surgen dudas y desconfianza alrededor del proceso de la misma, a futuro, de parte de entidades públicas, privadas, e incluso de los mismos habitantes.
Un gran interrogante de este tipo es ¿crecerá la ciudad a gran escala en un corto plazo? Pues para responderla se necesita antes analizar detenidamente su historia, sus puntos positivos y negativos que tuvo hasta el momento.( Ya que el desarrollo de una ciudad como Fusagasugá e incluso hasta el del mismo país dependen en su totalidad de cómo se administró hasta un tiempo determinado y por consiguiente, de Quienes se pondrán al frente, para manejar su futuro desarrollo). Entonces de acuerdo a la historia de Fusa los puntos positivos fueron: el buen manejo que se le dio al progreso por parte del gobierno local, y el apoyo que tuvo esta ciudad de parte de los contratistas internos tanto minoritarios, como los de gran peso económico privado. Por otro lado las cosas que influyeron para mal, en el urbanismo fue la poca disposición de recursos para el presupuesto interno. Lo cual freno en gran parte, proyectos que se realizarían en pro del proceso urbanístico Fusagasugeño.
De acuerdo a lo anterior, un progreso depende de las circunstancias que impidan o impulsen estos avances. aunque para fortuna de Fusagasugá las circunstancias económicas actuales son mejores que las que tenía Fusagasugá tanto antes como después de la década de los ochentas, puesto que gobierno dispondrá más recursos, que a su vez, bien manejados podrían ser una opción veloz y de mayor cobertura que beneficiara la urbanización que soñamos para esta ciudad.
Sin embargo se están dando actualmente fenómenos económicos internos. De los cuales algunos son positivos en su totalidad, pero otros por lo contrario aun que aportaran buenas cosas a la urbanización, a su vez, causarían directamente efectos negativos en áreas, tanto económicas como ambientales. Uno de estos fenómenos que si está dando resultados desde su origen hasta el día de hoy. Ha sido la construcción de viviendas y edificios por parte de contratistas de pequeño y mediano alcance económico. Quienes han aportado e impulsado la expansión de las zonas urbanas hacia las regiones rurales de Fusagasugá. Fenómeno que si se sigue desarrollando tal y como se ha venido dando,
Podría ser influyente, para que se habiliten la construcción de vías, puentes, andenes e incluso colegios o escuelas por parte del gobierno.
Proceso que detallándolo bien seria la respuesta del interrogante, acerca del futuro urbano de Fusagasugá. Puesto que no presenta ningún problema para la población, aunque si ala parte agrícola y ambiental, ya que los límites de fusa que serían construidos en pocos años por este proceso, lo que a su vez podría acabar con zonas que hoy en día son fuente de empleo y desarrollo para algunos fusagasugeños (de la parte rural), Que podrían ser afectados directamente por lo anteriormente dicho. Sin embargo, si los proyectos urbanos y los gremios agrícolas se ponen de acuerdo, y trabajan conjuntamente, se podrían mitigar estos posibles problemas.
Bibliografía
- Plan de ordenamiento Territorial P.O.T., 2001, Departamento Administrativo de Planeación Municipal, Fusagasugá.